Si supieras que Jesucristo va a venir a hablar contigo, ¿pararías de jugar para ir a escucharlo? Cada mes de abril y octubre, el profeta y otras Autoridades Generales hablan con nosotros en unas reuniones especiales, llamadas Conferencia General. Nos dicen las cosas que el Salvador nos diría si estuviera aquí. Sus palabras son como las Escrituras y nos guían en nuestras vidas.
(El siguiente relato se encuentra en Mosiah 1-7. Se pueden leer las Escrituras, leer las historias de los niños o bien enseñar la lámina y explicar en lenguaje sencillo como a continuación se hace )
En el Libro de Mormón leemos acerca de un rey que también era un profeta. Su nombre era Benjamín. Cuando el rey Benjamín era muy viejo quería enseñar a su gente sobre el Salvador una vez más antes de morir. Construyó una torre alta cerca del templo, y subió a la torre a hablar para que pudiera ser oído por todo el pueblo.
La gente vino con sus familias para oírlo. Ellos plantaron sus tiendas alrededor del templo y estuvieron preparados para escuchar al rey Benjamín. Pero había tantísima gente que no todos lo podían oír. Así que hizo que se escribieran sus palabras y se las dieran.
Él les enseñó las cosas que el Salvador quería que hicieran. Testificó que el Salvador Jesucristo vendría a ellos.
La gente escuchaba a su profeta. Cuando terminó de hablar con ellos, ellos querían tomar sobre sí el nombre de Jesucristo y guardar Sus mandamientos. Ellos hicieron un convenio para recordar siempre a Jesús, y les enseñaron a sus hijos las palabras del rey Benjamín. La gente llegó a ser muy justa, ya que hizo lo que el Señor, a través de su profeta, les pidió que hicieran.
Nuestro profeta, el presidente Thomas S. Monson nos hablará de este mes de octubre. Al igual que el rey Benjamín, nos habla del Salvador. Él nos dice las cosas que debemos hacer para vivir nuestras vidas de la forma que el Salvador quiere. Él no necesita una torre de alta para hablar con nosotros hoy. Nos habla desde el nuevo Centro de Conferencias en Salt Lake City.
En el centro cabe mucha gente, pero no todos pueden ir allí para escucharlo, por lo que sus palabras son llevadas por televisión, radio, internet y revistas de la Iglesia a personas de todo el mundo. Sus palabras, como los de todos los profetas Santos de los Últimos Días anteriores a él, dan testimonio de nuestro Salvador Jesucristo. Es importante escuchar sus palabras de la misma manera que escucharíamos a Jesucristo si estuviera aquí para hablar con nosotros.
Nuestro profeta nos ama tal como el Salvador nos ama. Si hacemos las cosas que enseña, podemos ser más felices en esta vida. Podemos aprender a vivir de nuevo con el Padre Celestial y con Jesucristo. ¡Es maravilloso saber que a través de nuestro profeta, el Salvador habla a cada uno de nosotros!
· Canción: Sigue al profeta - Canciones para los niños, pág. 58 especialmente la estrofa nº9
· Actividad:
1. Sopa de letras de la conferencia
2. Para una de las reuniones de la conferencia General donde hable el profeta, podéis llevar el sobre con los símbolos de cosas que puede enseñar y aconsejar el profeta en su discurso. Los niños pueden pegarlos en la hoja de "Enseñanzas y ejemplos del Pte. Monson" según hable el profeta. En caso de que no se pudiera hacer durante una sesión de la conferencia, también se podría leer un discurso del profeta como familia y hacerlo juntos un domingo por la tarde.
· Escritura: DyC 1:38
"Lo que yo el Señor he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi palabra no pasara, sino que toda será cumplida, ya sea por mi propia voz, o por la voz de mis siervos, es lo mismo".
· Receta: Brownie exprés
Ingredientes:
1 vaso de azúcar
2 huevos
1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de vainilla o un sobre de azúcar vainillado (del Lidl, por ej.)
1/2 vaso de mantequilla o margarina derretida
3/4 vaso de harina
1/2 vaso de chocolate en polvo, ej: valor
1 puñado de nueces peladas y troceadas
Mezclar el azúcar, huevos, sal y vainilla. Añadir la mantequilla derretida y mezclar bien. A la mezcla añadir harina y cacao y remover hasta que forme una masa uniforme. Echar nueces. Poner en un bol apto para microondas (previamente untado en mantequilla. yo lo que hago es derretir toda la mantequilla en este bol, y esparcirlo bien por todo. entonces, echar a la mezcla). Poner en el microondas a máxima temperatura (800-900) durante 6-7 min. Dejar reposar unos minutos antes de sacar.
Es rápido, te saca de algún apuro con una visita inesperada, y es ….. delicioso!!
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